A Mattia Bernasconi, sacerdote en Milán, se le ocurrió cerrar el campamento de voluntarios en el que acababa de participar metiéndose en el mar para dar misa usando una colchoneta hinchable como altar. Ahora su acción le ha convertido en investigado. La Fiscalía de Crotone ha abierto una investigación, según informa Ansa, para determinar si esa misa implica un delito de ofensa a los sentimientos religiosos tras el revuelo generado por las imágenes compartidas en redes sociales.

La polémica ha sido tal que Bernasconi ha escrito una sentida disculpa por lo sucedido explicando por qué hizo lo que hizo. Publicada este miércoles a través de la web de la Parroquia de San Luigi Gonzaga en Milán y encabezada con el elocuente título de ‘Me disculpó’, este sacerdote italiano dirige sus disculpas “al Arzobispo, a los Vicarios Episcopales, a mis hermanos y a todos los hermanos y hermanas en la Fe”.

Según ha explicado este licenciado en Ingeniería Aeroespacial ordenado como sacerdote en 2014, la misa la celebró este domingo 24 de julio “en las aguas del mar de Capo Colonna”, al sur de Italia. Cuenta en su misiva que había estado ahí con “un grupo de muchachos del oratorio con quienes compartimos la experiencia maravillosa de trabajar en los bienes confiscados a la mafia y administrados por Libera”. Llegado el último día de campamento el plan era celebrar una misa y pasar un día de playa antes de volver a Milán.

La idea original consistía en realizar la Eucaristía en otra zona. Sin embargo, cuando llegaron al pinar cercano a la playa donde habían previsto hacerlo, se encontraron con que no podían entrar “debido a un evento organizado por otra asociación que había reservado toda la zona para sus propias actividades”. Sin espacio para ello y teniendo en cuenta que “no había zonas de sombra y la arena ya estaba caliente”, al párroco se le ocurrió que hacer la misa en el agua, dentro del mar, podía ser una buena opción.


ANN Virales.